El desarrollo de producto paso a paso (2)

Este artículo corresponde al segundo post de una serie completa, por lo que te recomendamos que leas antes la primera parte.

 En ella, sentamos las bases sobre las que iremos avanzando, explicando qué es el desarrollo de producto y cuál es la metodología que estamos siguiendo.

 No obstante, si solo te interesa la investigación de productos y mercados, puedes leer este post de manera independiente y tendrá sentido por sí mismo.

 Hecha esta aclaración, no perdemos más tiempo y entramos en materia.

Este es uno de los pasos más críticos del proceso. Ten en cuenta que de aquí sacarás bastantes conclusiones de cara a la viabilidad del proyecto a medio y largo plazo.

 Esta fase también se conoce como de validación, puesto que es un proceso mediante el cual vamos a comprobar si la idea que tenemos en la cabeza, las hipótesis que hemos planteado, pueden tomar forma en un producto por el que la gente esté dispuesta a pagar.

 Aquí vas a tener que tirar de diversos recursos, cuantitativos y cualitativos (especialmente estos últimos). Muchas de las herramientas de CRO pueden resultarte de utilidad.

Lo que sí debes tener en cuenta es que este tipo de estudios no es vinculante. Es decir, por mucho que alguien muestre un interés aparentemente sólido, no debes contar con los resultados como ventas cerradas. Hay muchos factores y frenos cuando pasamos de lo teórico a lo práctico.

 También hay una recomendación importante en toda investigación de mercado y desarrollo de producto: selecciona bien la muestra de tus estudios. Esto implica que tendrás que buscar un poco más, pero recurrir a amigos y familiares al final puede producir un sesgo que desvirtúe los resultados.

Hablamos, por ejemplo, de plantear tu idea a un grupo de usuarios potenciales dentro de tu target group ideal.

 Crea encuestas y distribúyelas dentro de esta segmentación. Puedes hacerlo online con soluciones como Typeform, que te facilita la difusión, la recogida y el análisis de los datos.

Observa las tendencias de búsqueda en Google Trends, algo que siempre despejará dudas sobre los intereses de los usuarios.

 Comprueba cuáles son los productos más vendidos en Amazon. Nos guste más o menos, este marketplace es una referencia en cuanto a comercio electrónico. Busca productos similares al que tienes en mente y fíjate en su volumen de ventas: esta es una pista de por dónde se mueve el mercado.

 Si, además de esto, buceas un poco en las reviews y opiniones, vas a dar con algunos insights reveladores de lo que el cliente busca, sus expectativas y lo que echa en falta. Puedes usar herramientas como Helium 10, que tiene algunas opciones gratuitas.

Sí, sí… Las famosas investigaciones de palabras clave también son un gran indicador de por dónde puede discurrir el mercado. Te recomiendo una herramienta gratuita y de la que ya te hemos hablado antes: Ubersuggest. Puedes sacar petróleo de Google y Google Ads gracias a ella.

 Pero, esto es importante, revisa otros motores de búsqueda más allá de Google, y otras intenciones más allá de la de la compra. Es importante que entiendas que hay ocasiones en las que no investigas el mercado de un producto existente sino una necesidad por cubrir.

 Aquí voy a decirte que deberías probar con Keywordtool.io, que maneja las sugerencias de múltiples motores: buscadores como Bing, marketplaces entre los que están Amazon o eBay, redes sociales, las tiendas de aplicaciones de Google y Apple… Muy profundo, la verdad.

 Presta especial atención a YouTube, porque es un buscador muy utilizado en la fase de descubrimiento de producto. Nunca está de más ver unos cuantos unboxings para tomarle el pulso a la opinión del público.

Esta es una de las herramientas más poderosas que puede ofrecernos la gestión de una comunidad. El crowdfunding, por definición, consiste en la generación de preventas y, además, está vinculado al éxito. Esto significa que no hay ningún riesgo al utilizarlo para validar y desarrollar un producto: si no hay interés, no estás obligado a pasar a la fase de producción.

 Como ves, no solo es una buena forma de financiarse. También te va ayudar en el desarrollo del producto, incluso cuando estás partiendo de un concepto o un prototipo. Validar así un producto minimiza los riesgos financieros prácticamente hasta cero.

 Plataformas hay para elegir, algunas más especializadas en un tipo de producto que otras, pero puedes mirar por ejemplo en Verkami, indiegogo o Kickstarter (por citar algunas de las más importantes).

Imagen | Unsplash.