eCommerce y metaverso: ¿hay futuro?

Una de las palabras de moda en el mundo digital es “metaverso”, un concepto un tanto difuso que tiene que ver con la realidad aumentada y la realidad virtual (entre otras cosas).

 Por supuesto, lo primero que se pregunta alguien habituado al comercio electrónico como tú es: “¿se puede vender ahí? ¿Podré escalar mi negocio usando esos mundos y espacios virtuales?”

 Vamos a darte nuestro punto de vista y algunos ejemplos que demuestran que el comercio electrónico es viable en este canal.

Para una gran parte del público, el metaverso salió a escena el día en que Mark Zuckerberg, acosado por la crisis de reputación que arrastra Facebook, decidió dar un giro de 180 grados y reinventarse con una nueva marca paraguas para todas sus redes y servicios.

 En ese “reinventarse” incluyó el apropiarse de un concepto que ya existía desde hace tiempo, ya que tras Meta no hay otra cosa que el metaverso.

Esta realidad virtual y paralela nos permite interactuar con un mundo que no existe físicamente. Se trata de grandes escenarios que recrean, como si de un videojuego se tratase, paisajes y entornos. La diferencia es que, más que lúdicamente, se trata de una interacción social que tiene más que ver con las redes, incluso aunque esta ocurra dentro de un juego como puede ser Fortnite.

 Lo que se plantea es trasladar y ampliar las relaciones de las personas a otros entornos.

Cuando nos referimos a relaciones e interacciones dentro de una realidad digital, una de las primeras cosas en las que pensamos es en las transacciones. Hace bastante tiempo que entendemos que un entorno virtual no implica que lo que hagamos en él no tenga consecuencias ni costes económicos, por lo que se puede comprar y vender.

 No hace falta irse a otro de los términos de moda, como son los NFTs, mediante los que compramos bienes digitales o virtuales; el metaverso también puede convertirse en un canal para la venta online más “clásica”, si por clásica entendemos compras de bienes físicos o contratación de servicios.

 Lo más curioso es que el metaverso permite al eCommerce equipararse a lo más analógico que existe: el retail. Este nuevo tipo de interacción es, en gran medida, similar a la experiencia de comprar offline pero de una manera enriquecida.

 ¿Qué es lo que más nos gusta de ir de compras? El hecho de poder interactuar con el producto y con el vendedor. Pero… ¿cuál es el mayor inconveniente? Efectivamente: desplazarse, las aglomeraciones (y más en tiempos del COVID), la cantidad de tiempo que tenemos que invertir en hacerlo…

 Además, gracias al metaverso, podemos llegar a los lugares en los que están los clientes. Si hace un par de décadas pasaban su ocio en los centros comerciales, ahora lo hacen digitalmente en juegos online y redes sociales.

 El metaverso replica mucho mejor la experiencia de compra retail que el eCommerce convencional. Para empezar, porque hace que “entremos” en las tiendas y naveguemos por ellas caminando entre pasillos, mirando escaparates y expositores. Dejamos de ir saltando de un enlace a otro, leyendo características… para ir de tiendas.

Como decíamos, es algo más completo y más digital que la experiencia de compra offline. Un ejemplo: en una tienda del metaverso vemos un producto. Como está modelado en 3D, podemos girarlo y hacer zoom hasta tener una idea exacta de cómo es desde todos los ángulos. Pero podemos ir más allá, y consultar directamente un tutorial o un vídeo de uso, ver las opiniones de los usuarios o realizar una comparativa (acciones todas asociadas al comercio electrónico).

Hace algún tiempo, Walmart se descolgó con un vídeo bastante sonrojante de su visión del comercio en el metaverso. Sin embargo hay marcas que ya lo han abrazado con más estilo y venden productos físicos o digitales dentro de esa realidad paralela y virtual.

 Podemos poner el ejemplo de Coca-Cola y su “meta-tienda” de merchandising y NFTs como tarjetas coleccionables, o acciones como la desarrollada por Balenciaga montando todo un showroom en el metaverso para que sus clientes asiáticos puedan acudir tal y como lo harían si estuvieran en el mismo París.

 De hecho, esta firma de moda es de las más avanzadas en el proceso de hacerse un hueco en el metaverso y de las que mejor ejemplifican la transición al Phygital (mundo híbrido entre lo físico y lo digital).

 La colección de invierno fue lanzada utilizando una plataforma sorprendente: el videojuego Fortnite. Dejando al margen lo inteligente que es desde el punto de vista de la segmentación, es realmente rompedor mostrar el producto de esta manera, y vender ropa de marca para avatares puede ser muy lucrativo.

Por cierto, Nike también ha vendido ya en Fortnite algunos de sus productos, como zapatillas y ropa de la colección Jordan (incluyendo productos exclusivos).

 Otro de los campos abonados para el eCommerce en el metaverso es Roblox, donde un bolso de Gucci ha llegado a venderse por más de 3.500€, que es más de lo que cuesta en una boutique su versión real (ojo: no hablamos de un NFT, solo el modelo virtual para vestirlo dentro de ese entorno virtual).

 Puede que aún sea un poco pronto para las marcas más pequeñas, pero esto se mueve muy deprisa y pronto veremos iniciativas más modestas pero lucrativas. Imagina un marketplace totalmente ubicado en el metaverso. Es más que factible.

Imágenes | Unsplash, Fortnite.