Caso de éxito eCommerce: Polarbox

Lo sabemos: la historia de Polarbox resulta difícil de creer. ¿Neveras portátiles? ¿Un tipo de Lepe? ¿Envíos globales? Pues sí. No es un chiste: es tal y como lo oyes.

 Lo vamos a desarrollar a continuación, pero uno de los insights más importantes es justo el que acabamos de comentar: un producto muy establecido y sin apenas variaciones en décadas, un básico como son las neveras portátiles de camping o playa, puede tener un margen de crecimiento notable si somos capaces de encontrar la vuelta de tuerca y comprender al usuario.

Lo primero que debemos destacar es que no estamos ante un fabricante de una sola referencia. José Luis Fernández es un emprendedor que no acaba de llegar precisamente al mercado. A sus 62 años, ha aprendido de la mejor manera –y puede que la más dura–, que es trabajando.

Realmente, aprendió antes de lanzar su propio negocio gracias a la trayectoria de sus padres. No fueron particularmente exitosos, pero el fracaso es parte de la enseñanza y conocer la importancia del esfuerzo también está estrechamente relacionado con emprender.

En 1984 Polisur, la empresa de José Luis, tomó forma y lo hizo con una materia prima que tiene mucho que ver con este último lanzamiento de las neveras portátiles. Era un negocio que utilizaba el poliestireno expandido para realizar todo tipo de envases para productos refrigerados (cajas para pescado, helado...) y otros usos industriales, como las clásicas protecciones para packaging de equipos electrónicos o electrodomésticos.

Piensa por un momento en una nevera de playa. ¿Cómo te la imaginas? Casi seguro que la clásica de plástico rígido en un color impersonal (azul y blanco, por ejemplo).

Hablamos de un producto que tiene como principal característica la funcionalidad, muy por encima de la estética. Pero que esto haya sido así hasta ahora no implica que tenga que serlo para siempre, o que no exista un público que busca algo distinto dentro de ese nicho.

Esto es lo que pensó José Luis. Y por ello redefinió las neveras de playa con un diseño retro –sus productos nos trasladan a los años 50 en cualquier playa de California–, y los colores habituales dieron paso a otros tonos pastel mucho más en la línea de ese estilo vintage por el que apostó el empresario.

¿Por qué Polarbox ha vendido medio millón de neveras en menos de 2 años? Básicamente porque han dado con la tecla en diferentes aspectos. 

• Diseño rompedor y adaptado a una nueva segmentación.
• Personalización, ya que podemos jugar con diferentes asas intercambiables para crear nuestra combinación perfecta.
• Fantástica relación calidad-precio, puesto que no llegan a los 40 euros y cumplen perfectamente con su cometido.
• Gran estrategia de comunicación y distribución, de la que hablaremos a continuación.

Apuntábamos en la introducción que no estamos ante un caso de éxito eCommerce al uso. Polarbox ha pegado muy fuerte en el canal digital, es cierto, pero también lo ha hecho en el retail.

Las neveras de la compañía pueden encontrarse en todo tipo de cadenas y establecimientos físicos, desde El Corte Inglés a Carrefour.

En el canal digital, también han apostado por una estrategia híbrida, que complementa su propio eCommerce con la venta a través de diferentes sitios multimarca y marketplaces al estilo de Amazon.

Gran parte de su estrategia se ha basado en el apoyo de influencers y micro influencers, que han puesto sus neveras en el radar de las tendencias.

Es un producto que parece diseñado para publicarse en Instagram o en Pinterest, con lo que tiene todo el sentido del mundo acudir a personas con capacidad de prescripción y una cierta comunidad detrás en esas redes.

Podemos decir que la apuesta les ha funcionado de maravilla: en cuestión de meses sus productos han obtenido una enorme visibilidad.

• Capacidad de producción: tener verticalizado todo el proceso les permite ser competitivos en costes y contar con una red de distribución importante.
• Internacionalización: ¿cuál es la mejor forma de romper la estacionalidad en un producto tan asociado a la misma? Buscar otros mercados paralelos y alternativos. Polarbox se vende en más de 30 países.
• Capacidad de adaptación: el mejor ejemplo de esto es que, con un producto lanzado al inicio de la pandemia, han sido capaces de crecer exponencialmente. Y eso que tuvieron que adaptarse y dedicar sus recursos industriales a fabricar otros productos, como pantallas y elementos para trajes de seguridad sanitaria o EPI.
• Estrategia de marketing acertada: han invertido exactamente en aquello que les trae un retorno positivo y la visibilidad que están buscando.
• Personalización: es un buen reclamo para aquellos que son sensibles a la exclusividad, pero también una manera de elevar el ticket medio o la recurrencia incluyendo kits de correas.

Imágenes | Polarbox.