¿Qué es el benchmarking? (2)

En el anterior artículo de este blog te explicamos qué es el benchmarking para que mejores las prácticas de tu empresa. Hoy diseccionaremos este método de gestión para aprender a ejecutarlo en tu negocio.

Podemos dividir el proceso de benchmarking en seis fases: Definir. Recopilar. Evaluar. Diseñar. Implantar. Y medir los resultados.

Lo primero que vamos a necesitar saber va a ser los porqués, los qués y los quiénes  de todo este trabajo, y es lo que vamos a definir a continuación.

Sea que nuestro negocio vaya viento en popa o esté haciendo aguas, nos interesa mucho identificar nuestros puntos débiles. Esos son las áreas de interés para nuestro benchmarking. Las áreas de interés pueden ser las características de un producto, un proceso de la producción, un protocolo de actuación, una técnica concreta, etc. Por tanto, tenemos que definir qué área queremos mejorar de la manera más concreta posible.

Una vez hemos identificado y determinado aquellas prácticas de nuestra empresa o productos que deseamos afinar, nos será más fácil encontrar aquellas empresas que son un referente adecuado para nosotros. Estas empresas pueden ser de la competencia o no. Si el desempeño que queremos regenerar es la atención al cliente en caso de incidencia, por ejemplo, los protocolos de empresas que no son nuestra competencia directa, bien pueden ser de nuestro interés.

Para definir qué empresas nos interesa evaluar, podemos realizar estudios de mercado, bucear por la red, preguntar sobre ese área en concreto a todos nuestros conocidos... Hay que ser creativo, dónde menos te lo esperas, a veces, puedes hallar ese ejemplo que te interesa.

Encontrada la empresa (o empresas) que van a ser nuestra fuente de inspiración, y para que este trabajo de evaluación sea eficiente, debemos definir qué identificadores mediremos para analizar nuestra área de interés en la empresa referente. Determinando los indicadores, nuestro estudio será abarcable y exacto.

Ahora viene el trabajo detectivesco para conseguir los datos relevantes para nosotros. Vamos a investigar, ¡que no es lo mismo que espiar! Porque todos los datos los vamos a conseguir de fuentes públicas y accesibles para cualquier persona, sin usar ningún método ilícito. A continuación te decimos tres fuentes de información para recopilar los datos. ¿Se te ocurren más? ¿Cuáles?

Además de empresarios, también somos clientes. Esa es una manera de conseguir información sobre el desempeño, productos y protocolos de otras empresas. Prueba el producto o servicio que quieres analizar para comprobar cuáles son sus características y valores añadidos.

No sólo nos vamos a recorrer su página web. También vamos a observar detenidamente sus redes sociales y toda la información que podamos conseguir a través de internet.

Los proveedores con los que trata una empresa, también son una fuente de información sobre esa empresa. Porque si conoces los métodos de trabajo de los proveedores, indirectamente también conoces los métodos de la empresa que te interesa.

Ya tenemos todos los datos reunidos para poder analizarlos y encontrar aquellos aspectos de nos interesan. Si estamos haciendo el benchmarking en base a una única empresa, sólo compararemos esos datos con los de nuestra empresa para encontrar las discrepancias y los entendimientos. Pero si estamos haciendo el benchmarking a partir de varias empresas, estará bien que las comparemos entre ellas también y con nosotros además.

Señalaremos todo aquello que hacen diferente y que puede ser la causa de su mejor resultado en relación a nuestra empresa, producto o servicio.

También tomaremos en cuenta las coincidencias para plantearnos si es un acierto continuar haciéndolo igual, o de todas formas es algo que también debemos transformar.

Hemos insistido mucho en que todo este trabajo no lo hacemos para copiar, sino para encontrar nuestra manera mejor de hacer las cosas. Por tanto, después de las fases anteriores, ahora toca sacarle todo el jugo a lo que tenemos y diseñar una práctica empresarial o producto propio mejor.

Una vez terminado el benchmarking tenemos que implantarlo. Para aplicarlo a nuestro eCommerce es necesario que nos marquemos unos objetivos medibles y un timing. La calendarización de la implementación del benchmarking, con objetivos a corto plazo y deadlines, además de objetivos al final del proceso son tan importantes como el benchmarking en sí. Vamos a ver por qué.

El benchmarking es un sistema continuo de mejora. No es algo que se hace una vez y ya está. Por eso una vez terminado el proceso debemos medir los resultados y empezar de nuevo. Esta es la manera en la que las empresas y las organizaciones mejoran constantemente.

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