¿Penaliza mi SEO utilizar contenido generado con Inteligencia Artificial?

Es normal que te estés planteando utilizar una herramienta tan potente como Chat GPT para alimentar un blog, generar fichas de producto o guiones para tus redes sociales. Se puede ahorrar tiempo y recursos, que es una tentación. Pero los que llevamos tiempo en el mundo digital, sabemos que las cosas casi nunca son tan bonitas como parece y que los experimentos siempre mejor con otro site que no sea nuestra tienda online o nuestro principal medio de generar ingresos.

 Hoy vamos a tratar de arrojar un poquito más de luz sobre todo este tema del SEO y la IA.

Partamos de esta base: Google entiende su utilidad y lleva años incorporando la IA a su algoritmo. Lo que ocurre es que resulta transparente para el usuario, ya que lo hace internamente y sin darle al usuario una posibilidad de interactuar de manera directa con la tecnología (a diferencia de lo que hace Chat GPT).

 Pero que no sea tan patente no significa que no esté usándose la IA en muchas de sus actualizaciones. En este mismo blog te hemos hablado antes de conceptos como MUM o BERT, pero hay mucho más. Por ejemplo, el RankBrain, que se utiliza para procesar los resultados de búsqueda mediante Inteligencia Artificial, o el Neural Matching, para establecer relaciones entre palabras y conceptos en las búsquedas.

Y no se queda aquí, porque sigue ampliando y puliendo sus herramientas basadas en IA. Por ejemplo, este mismo mes de diciembre ha anunciado el update de SpamBrain que sirve, ni más ni menos, que para identificar patrones antinaturales de enlaces usando esta tecnología.

Cabría pensar que, si a Google le gusta la Inteligencia Artificial, no tendrá problema en que la utilicemos los demás para crear contenido (siempre y cuando sea de calidad).

 Pues no es así. Estamos ante un nuevo ejemplo de: “haz lo que digo y no lo que hago”, pero en esta ocasión al menos se han pronunciado de manera oficial. Y es algo que se agradece a la hora de plantear nuestra estrategia alineada con las buenas prácticas que marca el buscador.

 Hace meses, antes incluso de la explosión de Chat GPT, una de las personas con más autoridad en el entramado de Google salió a la palestra con unas declaraciones inequívocas acerca de su política respecto al contenido creado con IA.

 Fue el mismísimo John Mueller el que dijo –literalmente– que desde Google todo el contenido generado de manera automática utilizando Inteligencia Artificial se considerará SPAM y, en consecuencia, es susceptible de recibir una penalización.

También es cierto que confesó la dificultad que tiene el algoritmo para identificar hasta qué punto estamos ante un contenido autogenerado o, por el contrario, redactado por una persona.

 Inicialmente esta tarea correspondería al equipo de webspam, o lo que es lo mismo, serían personas las que auditarían los sitios y determinarían si se ha empleado o no IA en la redacción de textos. Eso sí: están autorizados e incentivados a penalizar manualmente las webs que lo hagan.

 Además, en las últimas semanas, se rumorea que se están implementando filtros para que esta penalización ocurra de manera algorítmica y automática. Así que las probabilidades de que nos “pillen” se van incrementando de manera exponencial.

Al menos eso es lo que dice Google, con lo que debes tomarlo muy en serio. Estás corriendo el riesgo de ser penalizado, y eso siempre tiene consecuencias graves en la visibilidad de una tienda online.

 No veamos esto como una decisión arbitraria. Al fin y al cabo, Google sabe que Chat GPT puede ser una amenaza para su modelo de negocio. Puede que no ahora, pero a la velocidad que avanza, en el momento en que ofrezca resultados en tiempo real estará presentando una candidatura muy firme a hacerse con el trono de las búsquedas online.

 Eso sí, sigue habiendo usos que se pueden dar a esta herramienta y en los que Google no tiene por qué detectar nada. Se puede utilizar como fuente de inspiración o documentación, o como forma de estructurar los contenidos que realicemos de manera manual.

 Si quieres ir un paso más allá y jugártela (insisto en que no lo recomendaríamos) deberías evitar pegar el texto tal y como lo extraigas del chat. Como mínimo deberías pasarlo por una herramienta como AI detector para saber hasta qué punto es detectable y, por supuesto, una herramienta de “refraseo” como la de Quillbot, que permite reorganizar el contenido y hacerlo de una apariencia más orgánica.

Pero esto va a ser un permanente juego del ratón y el gato, con lo que Google irá avanzando en paralelo a estas soluciones y, tarde o temprano, lo que hoy funciona dejará de hacerlo mañana.

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