¿Qué es el neuromarketing?
Laia Ordoñez
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Neuromarketing: qué es, para qué sirve y qué técnicas se utilizan. En Oleoshop te ayudamos a entenderlo mejor.
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El neuromarketing es la aplicación del estudio de la mente humana al proceso de compra. Su objetivo es poder anticipar –e incluso condicionar– las acciones que el comprador realizará y las motivaciones que desencadenarán esas acciones.
Digamos que la clave de todo está en el conocimiento del funcionamiento del cerebro del consumidor.
En primer lugar, está el cerebro reptiliano, que es la parte del cerebro encargada de funciones automáticas como la respiración o la temperatura corporal. Aquí se engloban las funciones relacionadas con la supervivencia, como el instinto sexual, el instinto de huida o las acciones y reacciones impulsivas.
Después se localiza el cerebro límbico, una red neuronal que es la que se encarga de regular las emociones, que también son muy importantes en el neuromarketing y el marketing en general.
Para terminar, se encuentra el neocórtex o corteza cerebral, lo que podría definirse como nuestro “cerebro racional”. Es característico y exclusivo del ser humano. Es el lugar del cerebro en el que se toman las decisiones de manera analítica y razonada.
Detrás del neuromarketing, se esconde la fusión del marketing tradicional con la neurociencia y su estudio de las respuestas cerebrales.
Gracias a esta capa científica, se puede atacar a los cerebros reptiliano y límbico para estimular las conversiones, de manera que la toma de decisiones sea impulsiva y emocional, permaneciendo la racionalidad lo más latente posible. -
Técnicas de neuromarketing
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En este tipo de marketing se utilizan distintas herramientas para medir las emociones.
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#1 – Eyetracking
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El seguimiento ocular nos aporta una gran cantidad de información sobre el cliente. Saber qué mira y cuándo lo mira.
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#2 – Obtención de imágenes y medición de corrientes eléctricas
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Aquí podríamos incluir desde la electroencefalografía (medición básica de la actividad cerebral) a los sistemas complejos de obtención de imágenes, como la magnetoencefalografía o las resonancias magnéticas.
En estas últimas se observa visualmente qué partes del cerebro se activan como respuesta a un estímulo. -
#3 – Mediciones biológicas
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Englobarían la parte más química de las reacciones. Un simple electrocardiograma ya es revelador, pero podemos utilizar técnicas de neuromarketing como la electromiografía, que mide la respuesta de los músculos faciales.
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