Google Bard: la alternativa a Chat GPT

Parece que alguna alarma se ha encendido en las oficinas de Mountain View. La popularidad que está consiguiendo Open AI con su chat conversacional operado por Inteligencia Artificial, así como los usos que comienzan a anunciarse, han hecho que Google haya tenido que acelerar sus planes a riesgo de quedarse atrás en su punto más fuerte: la innovación.

 Aún hay bastante incertidumbre, pero te contamos todo lo que se sabe sobre el Google Bard gate a continuación.

Siendo un tanto reduccionistas, podríamos resumirlo como la competencia de Chat GPT por parte del buscador dominante del mercado, Google: un Google killer en toda regla.

 Pero no nos gusta quedarnos en las grandes frases efectistas, así que vamos un poco más a la parte técnica.

 Diremos que se trata de un chat conversacional automatizado, con una interfaz basada en modelos naturales de lenguaje, que permite al usuario interactuar con el software planteando preguntas complejas y obteniendo respuestas concretas.

Sí, no deja de ser, en esencia, un chatbot. Lo que ocurre es que se ha entrenado en base al machine learning y se le ha dado –esto es importante– acceso a Internet para generar sus respuestas con una fuente actualizada y casi ilimitada de conocimiento.

 Para Google, a día de hoy al menos, va a ser una nueva característica de búsqueda.     

Una de las cosas que más nos ha sorprendido de este anuncio –además de lo repentino– es que se haya utilizado una nueva nomenclatura, cuando es sabido desde hace años que existe un programa previo en desarrollo.

 El nombre de esta herramienta previa es LaMDA, que son las siglas de Language Model for Dialogue Applications (modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo).

 Entendemos que la alternativa de Google a Chat GPT ha sido Bard porque no confían del todo en la madurez de LaMDA, y porque, en cierto modo, no quieren manchar la percepción de este último modelo de lenguaje, en el que han invertido tantos años y recursos.

 Como titula este epígrafe, LaMDA es la base de Bard, pero también una fuente de polémica dentro de Google, que saltó a la opinión pública hace bastante tiempo.

 El motivo fue que uno de los ingenieros encargados de su desarrollo y adiestramiento tuvo una conversación tan profunda y filosófica que llegó a la conclusión de que esta IA podría haber desarrollado una cierta autoconciencia.

 Blake Lemoine, que así se llamaba el trabajador de Google, no solo fue desautorizado: también fue suspendido de empleo y sueldo.

 Este no es el objetivo del artículo, con lo que no entraremos más en el aspecto ético, pero si quieres saber más, puedes leer la transcripción de esta conversación aquí.

Pero volvamos al presente y veamos qué es lo que ha anunciado Google con Bard y en qué se diferencia de Chat GPT, y también cuál es su verdadera ventaja diferencial competitiva.

 Lo más importante es que, al contrario que su rival, Google promete integrar este chat con el buscador sin tener una interfaz externa y, lo que es más interesante, proveerlo de conexión a Internet, con lo que sus respuestas ganarán en inmediatez y actualidad, como ya apuntábamos antes.

 Evidentemente este es un movimiento defensivo, ya que, inversión multimillonaria mediante, uno de los socios de Open AI (los creadores de Chat GPT) ha pasado a ser Microsoft, y ya hay un anuncio de que la compañía está preparando la integración de Chat GPT 4 con Bing.

 Esto podría representar un golpe durísimo para Google y hacer que perdiera su posición dominante, poniendo en peligro una de las fuentes de ingresos más importantes de la compañía: Google Ads y sus anuncios.

Tampoco han sido muy precisos con las fechas, el comunicado solo habla de “en las próximas semanas”.

 Lo que sí han dejado claro es que no tendrá un dominio ni una interfaz propia: simplemente se agregará a la del buscador, con lo que concentrará la experiencia (y el tráfico).

Estamos ante un nuevo giro, y todo indica que este será verdaderamente transformador.

 Aunque llevamos años viendo cómo los algoritmos de los buscadores utilizan un lenguaje natural, el uso de los chats conversacionales va a “matar” la SERP y, de algún modo, también las keywords.

 Esto va a ser especialmente duro para las búsquedas informacionales, puesto que, con este modelo, solo hay una respuesta por pregunta. No tiene sentido seguir pensando en rankings y posiciones.

 Los primeros ejemplos que han mostrado parecen prometedores, pero también se han expuesto algunas características que no han gustado del todo. Se le reprocha especialmente que las respuestas no citen las fuentes, con lo que, básicamente, se estaría nutriendo de billones de páginas web y contenidos, sin aportar créditos.

Lo que también tenemos claro es que solo es cuestión de tiempo el que los SEOs encuentren una forma de optimizar el contenido para hacerlo elegible ante determinadas intenciones de búsqueda y, por supuesto, la integración con buscadores va de la mano de la monetización vía publicidad.

Imágenes | Portada generada con MidJourney, Unsplash y artículo enlazado de Google.