Qué es Storify y cómo sacarle partido

En cierto modo, Storify no deja de ser la oveja negra dentro del panorama del social media: poca gente sabe cómo funciona, menos aún cómo sacarle partido, y no demasiados negocios o particulares usan esta red social de manera regular. A la luz de todo ello, fácilmente se podría concluir que tal vez Storify no es una red social extremadamente popular, pero eso no quiere decir que no se trate de una herramienta de gran utilidad. Acompáñanos y te enseñaremos a exprimirla.

Empecemos por el principio para aquellos que no la conozcáis o que no le hayáis prestado demasiada atención. Storify es una red social que funciona de un modo sensiblemente diferente a redes como Facebook, Twitter Youtube… pero en realidad puede contenerlas a todas.

Storify es una herramienta creada para contar historias de forma secuencial en el tiempo. Se trata de un timeline que combina diferentes entradas que no tienen que ser textos necesariamente ni de manera exclusiva: podemos alternar bloques de texto con entradas de Facebook, tweets, imágenes y vídeos de Youtube o Vimeo.

Por lo que hemos dicho hasta ahora podría dar la sensación de que hablamos de un especie de agregador de redes sociales, pero no es exactamente así. En realidad es casi un CMS en sí mismo; la cualidad de añadir contenido multimedia o procedente de otras redes sociales es sólo un valor añadido –aunque realmente es también su ventaja diferencial más evidente.

Seguro que si te explicamos cómo funciona lo entiendes mejor.

En realidad el interfaz de Storify es bastante sencillo y basta con que te crees una cuenta gratuita para trastear un poco. Si utilizas Facebook con asiduidad, dominar Storify no te costará mucho.

La pantalla de Storify está dividida en dos mitades. En la izquierda tenemos el área de trabajo y en la derecha todos los elementos que podemos añadir a ese área.

Para empezar con Storify, sólo tienes que crear una nueva historia, ponerle un título y añadir una introducción en texto, tal y como harías con un blog post. A partir de aquí bastará con utilizar el editor para ir seleccionando el tipo de contenido que quieres agregar y arrastrarlo directamente a la parte izquierda. Sencillo, ¿verdad? 

Entre las alternativas de contenido con las que contamos, podemos elegir entre 15 tipologías distintas, siendo algunas de las más destacadas:

• Publicaciones de una fanpage de Facebook
• Fotos de Instagram
• Tweets
• Podcasts de Soundcloud
• Feeds RSS
• Etc.

Como ves las opciones son muy variadas. 

A todas estas posibilidades hay que añadirle una característica que resulta muy interesante: la gestión colaborativa de las historias de manera simultánea.

Este es el funcionamiento básico de Storify, el que puedes ir probando como blogger amateur en su versión gratuita. Si ves que le sacas partido a la herramienta de manera intensiva, puedes plantearte dar el salto a la versión premium y disfrutar de algunas funcionalidades extras.

La versión premium de Storify tiene algunas características muy interesantes a nivel de marca. Algunas de las más destacadas son:

• Posibilidad de utilizar contenido multimedia local: no es necesario que las imágenes y los vídeos se encuentren disponibles online
• Personalización del look & feel y edición de estilos CSS, como forma de darle un punto más corporativo o de branding al contenido
• Monetización: Storify premium permite incorporar anuncios de display (también dice que permite la optimización SEO pero eso habría que verlo con mucho detalle)
• Soporte técnico para el usuario, que nunca está de más cuando nos enfrentamos a una nueva plataforma

Si quieres ver de primera mano todo esto y saber lo que cuesta, sólo tienes que solicitar una demo.

Esa es la pregunta a la que teníamos que llegar. Después de un rato explicando las virtudes de esta red y hablando de la cantidad de posibilidades que ofrece, llega el momento de ser más concretos en la manera de implementar una estrategia en Storify para tu negocio. Para ello vamos a utilizar algunos ejemplos que pueden ilustrar mejor a lo que nos referimos.

Sea lo que sea que vendas por Internet, detrás de ello hay una historia y al usuario le interesa mucho más de lo que puedas imaginar.

Pongamos el ejemplo de un eCommerce especializado en mobiliario de diseño.

Si a un post sobre un producto concreto o a la ficha de ese producto le añades embebida una historia de Storify que aglutina los primeros bocetos del diseño, una entrevista al diseñador, imágenes del proceso de producción, fotos del producto en un ambiente, tweets de usuarios que lo han comprado, enlaces a reviews de prensa especializada… ¡le estás aportando una enorme cantidad de contenido atractivo y contextualmente relevante a tu usuario!

No es ningún secreto que el contenido propio y de calidad es vital para toda estrategia online, para todo lo que involucre tanto a usuarios como a buscadores. Tampoco se le escapa a nadie que el generar este contenido requiere una inversión en tiempo (siempre) y en dinero (a menudo).

Gran parte del trabajo que se lleva a cabo en materia de contenido tiende a ser efímero. No es el caso del contenido editorial de un blog, que puede tener un objetivo estratégico o de posicionamiento, pero otros contenidos, como las horas dedicadas a las redes sociales, se pierden en la dinámica vertiginosa en la que se desenvuelven.

Volviendo al ejemplo de la tienda de muebles de diseño: si recopilamos toda esa información efímera, incluidas las actualizaciones e interacciones del canal social, podemos generar un contenido evergreen partiendo de uno que tiene una “caducidad” bastante más inmediata.

Uno o varios editores pueden ir haciendo seguimiento en Storify de un evento concreto relacionado con tu marca según se está produciendo.

Imaginemos que la firma de muebles a la que nos referimos desde el principio asiste a una feria. Durante el transcurso de una presentación, dos de los miembros del equipo van confeccionando un historia en Storify simultáneamente, añadiendo imágenes y vídeos en directo.

Otro ejemplo podría ser una sesión de fotos de la nueva colección en la que se fueran filtrando a modo de teaser algunos detalles e imágenes del proceso.

Más allá de la simple monitorización de una etiqueta propia, se puede realizar un seguimiento público de un hashtag general (y de alguna forma moderado por nosotros) en función del interés de nuestro target y de nuestra propia marca.

Si la tienda de muebles online está en la feria que comentábamos anteriormente, o no lo está pero quiere hacer seguimiento público porque resulta relevante para su público, bastará con que el responsable de las redes sociales de la firma siga los hashtags adecuados en Twitter, Facebook e Instagram y vaya agregando a Storify los tweets y publicaciones que considere relevantes para su público según el criterio de marca.

Estos son algunos de los usos que se nos ocurren, pero seguro que tú que conoces mejor que nadie la realidad de tu negocio y sus objetivos estratégicos, encuentras aplicaciones que justifiquen la inclusión de Storify en tu Social Media Mix. ¡Atrévete a probarlo!

Imágenes | Storify, Fotolia.