Caso de éxito eCommerce: la historia de Cocunat

En muchas empresas, aquello de la misión y la visión puede estar más o menos marcado, incluso ser casi un relleno. No es el caso de la marca de cosmética Cocunat. 

Esta empresa es, sobre todas las cosas, comprometida. El convencimiento de hacer las cosas de una manera determinada, natural, libre de tóxicos y con conciencia medioambiental no viene de buscar un posicionamiento favorable en un nicho de mercado si no de la experiencia personal de Sara Werner (el alma mater de Cocunat). 

Atentos al ejercicio de storytelling porque es realmente interesante. Sara se crió junto a su madre a la que se le diagnosticó un raro síndrome llamado Sensibilidad Química Múltiple. Para su madre esto suponía un serio problema, básicamente por la reacción que sufre ante una enorme cantidad de productos, desde la limpieza a la higiene pasando incluso por las fibras de la ropa. 

Esta situación hizo que Sara creciese con el conocimiento de lo que supone la química para nuestro organismo, pero más adelante, la cosa se agravó cuando a la madre de Sara le diagnosticaron cáncer (si ya es difícil para cualquier persona recibir los agresivos tratamientos químicos imaginaros para una persona en su situación).

Es importante recalcar que Cocunat tiene mucho de proyecto personal, aunque la dimensión que ha ido adquiriendo y las necesidades de un proyecto tan complejo requiere de muchos profesionales de distintos ámbitos. 

Para empezar, Sara Werner no tuvo esta ocurrencia de un día para otro, ni siquiera con la motivación de conocer el sufrimiento de su madre. Antes de arrancar su negocio, esta profesional venía de la propia industria donde había sido directora de Marketing y Comunicación de Alqvimia, un auténtico referente en cuanto a cosmética natural. 

Como decía antes, este no es un trabajo para una sola persona y más aún, cuando es imprescindible un conocimiento profundísimo en materia de química. Por eso detrás de Cocunat hay un equipo de I+D formado por profesionales que investiga con detenimiento para decidir si un producto determinado cumple con las exigencias de la marca para ser vendido (y son muy duros).

El problema con el que nos encontramos demasiadas veces es que muchas marcas no cumplen con lo que prometen. En el caso de Cocunat llevan hasta el último detalle lo que proponen. 

Ya hemos hablado de compromiso con la composición libre de tóxicos de los productos, pero ellos van mucho más allá. Otro de los requisitos es que no se hayan testado sobre animales así que los veganos pueden consumirlos con la tranquilidad de saber que no ha existido sufrimiento animal. 

Tampoco se pasa por alto el tema de la importancia del packaging. Se busca siempre la alternativa con una menor huella medioambiental, esto incluye desde los envases a las cajas en las que se distribuye o los plásticos (siempre en PET que son los de un mayor índice de reciclabilidad).

Todo en su eCommerce o en cada actualización de sus redes sociales tiene un halo de divulgación. 

En las fichas de producto, marcan de manera muy destacada lo que no contienen los productos (sulfatos, parabenos, siliconas…). Además de esto, se incorpora una lista con los ingredientes que lo componen y los beneficios que aporta su utilización.

Imágenes | Unplash y Cocunat.