En qué fijarte al colaborar con un influencer

El marketing de influencia tiene un papel cada vez más destacado en los planes de marketing del siglo XXI. Los influencers han pasado de ser aliados puntuales o complementarios a convertirse en verdaderos motores de la estrategia online de las marcas que están presentes en Internet.

Pero no todo lo que reluce es oro. Bajo una apariencia de éxito, aspiracionalidad e influencia, puede esconderse mucho “wannabe” que no sea capaz de ofrecerte los resultados que te promete.

Y es que hay por ahí mucho falso influencer con una gran capacidad para presentar una imagen idílica de cara a la galería, pero que es incapaz de ejercer una verdadera influencia en sus seguidores.

Hoy vamos a repasar en qué fijarte al colaborar con un influencer para poder determinar si esa colaboración va a tener algún tipo de éxito o si va a resultar un fiasco para ti (y producto gratis o visibilidad para tu “influencer” a cambio de tu buena fe).

Toma nota, ¡y que no te den gato por liebre!

En este post nos vamos a centrar en aspectos que van más allá de métricas como la del volumen de seguidores. Lo que nos interesa en este caso es tener un conocimiento más preciso de quién es esa persona y hasta qué punto está alineado con nuestro interés y el de nuestro público.

Porque de poco te sirve acceder a un instagramer con decenas de miles de seguidores que están interesados en recetas cuando tú eres una marca de ropa o, lo que es peor, si ese perfil no está precisamente bien visto por tu público objetivo.

Antes que nada, tienes que tener claros tus objetivos: ¿quieres ganar visibilidad en redes? ¿Incrementar el tamaño de tu comunidad? ¿Tu prioridad es conseguir más leads o ventas? Si no tienes claro el objetivo de negocio, difícilmente sacarás partido a esta o a cualquier otra estrategia de marketing.

Dicho esto, vamos a ver unas cuantas preguntas que debes responderte antes de evaluar si te conviene colaborar con determinados influencers.

Fíjate en el matiz: determinar a cuánta gente llega no es lo mismo que decir cuántos seguidores tiene. Muchas de las personas que quieren monetizar su presencia en redes se dedican a acumular seguidores para ponerlos encima de la mesa al negociar una colaboración. ¿Cómo saber cuántos de ellos son reales?

Normalmente, suelen ser fáciles de identificar con un simple vistazo, pero estamos hablando de miles de cuentas y ese trabajo no es operativamente nada productivo.

Puedes utilizar alguna herramienta de pago, pero hay alternativas gratis como IG Audit que te sirven para tener una visión global y rápida del tema. Aún siendo una herramienta muy básica, su algoritmo nos ofrece un porcentaje de seguidores reales que nos servirá de referencia para descartar a más de uno.

Es genial que alguien con muchos seguidores acceda a colaborar con nosotros, pero antes de llegar siquiera a presentarle una propuesta de colaboración a nadie es imprescindible saber a qué segmentos llega:

• ¿Su público es mayoritariamente hombres o mujeres?
• ¿Es relevante para la gente de qué países?
• ¿Cuál es el rango de edad de su comunidad?
• ¿De qué hablan?

De nuevo, puedes hacer la prospección a mano mediante la observación del perfil, el tipo de contenido que publica, el idioma en el que se comunica con sus seguidores y las interacciones que se producen.

También hay herramientas para esto, algunas muy completas como Hype Audit capaces de presentar un perfil muy completo en segundos. Es de pago, pero puedes obtener parte de esta información gratis (concretamente rango de edad, género, idioma hablado y país de residencia).

Si no estás muy convencido o tienes dudas razonables, seguramente merezca la pena pasar por caja: hay mucho en juego al trazar una estrategia con influencers.

Este es uno de los matices más delicados. No basta con que llegue en un número considerable a nuestra audiencia, ni siquiera que trate los temas que encajan con nuestra marca o producto: necesitamos que esté alineado con nuestro tono de comunicación. 

Cuando publique sobre nosotros, estará hablando indirectamente en nuestro nombre y aquí no hay herramienta que valga. Este es un asunto 100% cualitativo en el que sí merece la pena invertir tiempo.

Revisa su contenido y observa de manera directa cómo se dirige a su público: ¿es formal? ¿Positivo? ¿Distendido? ¿Cómo interactúa con sus seguidores? Todas estas preguntas se podrían resumir en: ¿tú le hablas así a tu audiencia?

Hay miles de casos en la reciente historia del influencer marketing en los que una simple mala elección de tono ha generado una crisis de reputación online.

Ya que hablamos de interacción, no podemos pasar por alto uno de los aspectos críticos en toda estrategia en redes: hablamos del famoso engagement o, por decirlo de otro modo, de la capacidad para generar relevancia y visibilidad con sus publicaciones. 

Básicamente, deberás observar de media cuántos me gusta tiene una publicación suya, pero es casi más importante ver la cantidad de comentarios que tienen (casi te diríamos que más relevante que los likes).

Tanto IG Audit como Hype Audit pueden ayudarte a ser más productivo en este sentido, por citar algunas herramientas ya comentadas.

Evidentemente, cuando alguien está dispuesto a colaborar con una marca puede haberlo hecho anteriormente con otra. Nuestra obligación es conocer ese histórico porque, de haber trabajado con un competidor directo, seguramente no nos interese contratar a ese influencer.

No es una cuestión de ego mal entendida: es una cuestión de credibilidad, porque difícilmente vas a confiar en un prescriptor que un día recomienda Coca-Cola y al día siguiente Pepsi.

Los seguidores nunca han sido tontos, pero es que además, ahora saben sin tapujos que detrás de una cuenta de Instagram o un canal de YouTube puede haber un negocio. Estas contradicciones restan muchísimo impacto a la estrategia.

 Imágenes | Unsplash, IG Audit, Hype Auditor.